
Necesito esa sensación de saborear cada respiración tuya. Escuchar uno a uno tus latidos irregulares y tan calmados.
Me muero por recorrer tu piel con mis dedos, zigzaguear y hacerte cosquillas con cuidado. Seguir el camino de tus piernas, despacio, que las prisas no son buenas. Tocar el piano en tu columna, disfrutando de cada nota y emocionarme cuando se eriza tu piel.
Ansío la gama de sabores que inundan la habitación. Adoro tu aroma, el mismo que deja impregnadas mis sábanas de sueños cada noche.
(Tanto la fotografía como el texto son originales y tienen derechos de autor su utilización sin consentimiento y sin nombrar a la autora suponen una demanda inmediata)