martes, 16 de diciembre de 2008

Pompas de jabón.

Cogió sus bartulos un día más a pesar de que hacía un frío espantoso y le dolían los huesos. Llevaba dos semanas durmiendo en un banco, sus días de albergues quedaban muy atrás. Lo poco que ganaba iba todo destinado a comprar algo de comida y la manta que siempre iba con él.

Se colocó en el centro de la plaza, abrió el bote de jabón y mojando una cuerda en él y moviéndola empezó a crear pompas de todos los tamaños y formas. Al principio poca gente se paraba a su alrededor pero pronto las pompas captaron la atención de los niños que por allí pasaban y que lo miraban embobado, y con ellos a sus padres.




En ese momento olvidó todas sus penas y se alegró de hacer feliz a alguien aunque fuera tan sólo un instante ..





(Tanto la fotografía como el texto son originales y tienen derechos de autor su utilización sin consentimiento y sin nombrar a la autora suponen una demanda inmediata)

lunes, 17 de noviembre de 2008

Feliz cumpleaños




Porque llevaba un par de añitos sin pasar un "feliz cumpleaños", y éste ha roto la mala racha.

Muchísimas gracias a todos los que participaron e hicieron de un día normal algo especial e inolvidable.
Felices 20 para mí!




(La fotografía es original y tiene derechos de autor; su utilización sin consentimiento y sin nombrar a la autora suponen una demanda inmediata)

jueves, 13 de noviembre de 2008

Alguien que quiso tanto, tanto ..

Esta es la historia de alguien que quiso tanto tanto, que apenas tenía hueco para su corazón. Cada día que pasaba, con cada sentimiento de amor su corazón aumentaba de tamaño. Al principio era imperceptible, pero poco a poco y milímetro a milímetro se fue agrandando.

Su dueño, como es normal, estaba asustadísimo. Tenía miedo de que un día estallara en mil pedacitos. Una mañana al despertarse se miró al espejo y vió el gran bulto que sobresalía de su pecho y se propuso no querer a nadie nunca más, así evitaría una catástrofe. Pero claro, para una persona acostumbrada a querer tanto era muy difícil dejarlo de golpe; así que decidió que iría por partes. ¿O por personas? No se decidía.

Cuando salió a la calle todo el mundo intentó parar a saludarlo y él evitaba a cualquiera que se cruzara por su camino. Así no demostraría muestras de cariño. El día era cada vez más largo, los minutos apenan pasaban y a cada segundo se convertían en horas. El reloj no parecía avanzar. Varias veces miró por si eran las pilas que se habían gastado, pero no; el reloj funcionaba tan bien como siempre.

Lleno de desesperación se marchó a su casa, a pesar de ser el primer día de verano y de las miles de fiestas que celebraban los vecinos en las calles. Esa noche sintió un gran dolor en su enorme corazón y se asustó más que nunca. Debía dejar de querer sino moriría. Las pesadillas apenas le dejaron dormir esa noche.

A la mañana siguiente volvió a mirarse al espejo. Tenía muy mal aspecto, el bulto de su corazón seguía ahí y se propuso con más fuerza que nunca seguir con su plan. No demostraría cariño hacía nadie, por mucho que lo necesitara él o su alrededor.

Con el tiempo los vecinos empezaron a despreciarlo, no comprendían por qué había cambiado y el gran sacrificio que él hacía. No entendían que él sólo lo hacía para salvar su corazón. Cada mañana tenía peor aspecto por lo que tapó todos los espejos, era rara la noche que lograba conciliar el sueño y cada día le dolía más el corazón.

Una noche, ya entrado el otoño decidió quitar la sábana que cubría el espejo de su habitación. Al mirarse se sorprendió del tal manera que casi se desmaya. Su corazón no había aumentado, por el contrario había disminuído tanto que si seguía así se quedaría sin él. No sabía qué hacer; hiciera lo que hiciera estaba mal y acababa al borde de la muerte.

Esa noche fué la peor, no veía más allá de las pocas velas que alumbraban la oscuridad de su caserón pero tomó una decisión. Si tenía que morir de algo que fuera con el corazón más grande que pudiera tener. Así que volvió a cambiar. Pasaron los meses y llegó la primavera; y con ella un nuevo bulto en su pecho. Estaba asustado, no lo podía negar pero al menos tenía una gran satisfacción.

Hasta que llegó el día que su corazón no tenía hueco. Contaba las horas que le quedaban para estallar y salió a despedir a sus amigos antes de que fuera demasiado tarde. Entre tantos abrazos y besos el corazón aumentó más del doble y con un gran "ohh!" de los presentes empezó a elevar a su dueño, como si fuera un globo de helio. Volando atravesó todo el pueblo, ¿qué digo el pueblo? Todo el país! Y se sorprendió cuando encontró más globos como él flotando por los aires.




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domingo, 9 de noviembre de 2008

Olas

No todas las olas son la misma, pero siempre vuelve la misma a tí. Es el mismo agua, el mismo mar, el mismo oceáno. Por eso no llores porque tu ola al venir se vaya, porque cada ola nueva sigue siendo la misma que te abrazó por primera vez.




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miércoles, 5 de noviembre de 2008

Otoño.

Tengo el otoño en mis manos.





domingo, 2 de noviembre de 2008

Domingos de tristeza.


Te observé a lo lejos llorando en un portal. La gente te miraba con curiosidad pero con la suficiente distancia para no comprometerse a una mirada tuya que respondiese a las suyas.
Me parecieron extrañas tus lágrimas, incluso increíbles. Una preciosa tarde de otoño. Más que tarde, ya una noche; con frío, eso sí, pero un frío de los que te gustan sentir. Castañas asadas por las calles. Olor a incienso. Luces.
Y yo llorando de nuevo, por no sentir esa valentía del principio. Por miedo a recaer. Observándome llorar a lo lejos. No a tí, sino a mí.
Es extraña y dura esa sensación de sentirse sola cuando tu mente te hace sentirte así. Aún así, adoro la vuelta a la realidad y ver que la soledad es algo que pocas veces aparece (especialmente si estás tú). Gracias por hacerme poner los pies en el suelo las tardes domingueras de tristeza.
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domingo, 5 de octubre de 2008

Soy


Soy viento que mueve las ramas que golpean las ventanas, el agua que moja el césped en el que luego te tumbarás. Soy rayo de sol, que hace tornar a los girasoles, el fuego que calienta en invierno. Soy soñadora, imaginativa, algo cuerda y bastante loca.

Soy artista, soy escritora, soy poeta. Soy pintora y algo de escultora. Soy fotógrafa y también la modelo. Soy sonrisas, soy alegre, soy amiga. Soy besos y abrazos, soy palabras y silencio. Soy algo ángel y a menudo traviesa. Soy bajita, soy un poco pecosa, soy delgada. Soy doblemente tatuada. Soy arriesgada, valiente y cobarde al mismo tiempo.

Soy algo hippie , un poco rubia. Soy nadadora y bastante friolera. Soy cariñosa. Soy lectora e historiadora. Soy preguntona, soy alguien a quien le gusta saber. Soy piedra, árbol , carretera y río. Soy alguien, soy vida.

Soy yo.
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lunes, 15 de septiembre de 2008

Ella

Ya hay sol atravesando los cristales. Apenas ha terminado de amanecer. Y aquí estoy; con un vaso de vodka de anoche a medio acabar, un cenicero lleno de cenizas y colillas de alguna desconocida y las cortinas rozándose con la ventana de un modo tan suave y sensual que me vuelve a recordar su cuerpo.

Hace demasiado que desapareció de mi vida y sin embargo en las mañanas como las de hoy la sigo sintiendo en mí. La resaca se hace presente un día más, apenas recuerdo cómo se llamaba la chica de anoche pero, sinceramente no me importa. En su cuerpo sólo buscaba el alma de otra.

No me acuerdo en qué momento ha sido pero hace rato que tengo mi guitarra sobre mis piernas. Mis manos tocan solas y no puedo evitar sentir que es su cuerpo al que toco, incluso si cierro los ojos puedo notar el sabor de sus labios, su aroma, su colonia .. Aún recuerdo el día que aprendí a distinguir estos dos últimos. Ese día fué el mismo que aprendí a amarla de la forma que ella merecía.

No sé si la melodía que suena en mis oídos es la misma que mis dedos reproducen, mis dedos en las cuerdas de su pelo. Es curioso como sigue excitándome su recuerdo. Entreabro los ojos y a través de los cristales veo como empiezan a caer pequeñas gotas de agua. Aunque el sol sigue, fuera empieza a llover .. Es extraña la sensación de esta mañana. Descalzo, con los pantalones subidos hasta mi rodilla, despeinado y algo sudado me asomo al pequeño balcón de mi ventana. No hay gente en la calle mientras mi pelo y mi cuerpo se mojan. Un día más, en la lluvia pondré mi corazón de Rock&Roll.



Un texto que escribí hace ya un tiempo para un viejo amigo ..



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miércoles, 3 de septiembre de 2008

3




Hay una parte de mí especial, diferente y sólo mía. Un día en el que lloré tanto que me dejé los ojos secos para siempre alguien me tendió un pañuelo. Pero no de esos pañuelos que en nada ya no puedes usar, sino uno que por más que utilice sigue teniendo uso.

El mejor día de una persona es ese en el que le regalan ese pañuelo, porque ese día sabe que sus preocupaciones se irán tan rápido como vinieron. Hay gente que espera toda su vida y, aunque pasan muchos pañuelos por sus manos, jamás encuentran el ideal.

De cuerpo entero; por tiempo completo.



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martes, 2 de septiembre de 2008

2

Hay veces que me encanta verme reflejada en el espejo. Observo cada centímentro de mi cara buscando algo nuevo, algo que no hubiera visto y siempre hay algo diferente. Me gusta hacer muecas y poner distintas expresiones y ver el resultado.

Hay días que al mirarme me siento una extraña, creo ver mi cara muy diferente a lo que es siempre. Pero no sólo pasa con mi cara. Si observas mucho a alguien le ves diferente (pasa igual cuando dices muchas veces una palabra, que pierde su significado). También hay días que al mirarme sólo veo defectos. Los mismos rasgos que el día anterior elogiaba, ese día los critico.

Me gusta más mi reflejo en el agua, que con una gota que caiga se puede deformar y ver de un modo diferente. Adoro el reflejo de la luz en un cristal creando un arcoiris.

De un modo diferente pero a la vez igual yo también soy un arcoiris que se refleja por un espejo.



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lunes, 1 de septiembre de 2008

1



Te contaré una historia. Quizás no sea la más bonita, ni la que esperes oír. Pero es la mía y si quieres la tuya también.





Llegué una tarde oscura, y conmigo se hizo la luz. Desde ese momento siempre viví entre dos tierras pero jamás en las dos. Odio las medias tintas y adoro los polos opuestos. No tengo pensamientos de marcharme y a la vez pronto me iré. Mentiría si dijera que echaría de menos a todo el mundo pero cuando digo que a tí sí, digo la verdad y nada más.





Odio el café aunque jamás lo he probado, no sé que sabor tiene. Me gustan las fresas pero no con nata, con azúcar y zumo de naranja mejor. Perdí mi fuerza como Sansón, el día que cortaron mi melena. Día a día la voy recuperando, no soy como él; no me dejé vencer por un tijeretazo. Me drogo con tu aroma cada día, y cuando no puedo me desespero entre las sábanas ..



(Tanto la fotografía como el texto son originales y tienen derechos de autor su utilización sin consentimiento y sin nombrar a la autora suponen una demanda inmediata)