Se colocó en el centro de la plaza, abrió el bote de jabón y mojando una cuerda en él y moviéndola empezó a crear pompas de todos los tamaños y formas. Al principio poca gente se paraba a su alrededor pero pronto las pompas captaron la atención de los niños que por allí pasaban y que lo miraban embobado, y con ellos a sus padres.

En ese momento olvidó todas sus penas y se alegró de hacer feliz a alguien aunque fuera tan sólo un instante ..
(Tanto la fotografía como el texto son originales y tienen derechos de autor su utilización sin consentimiento y sin nombrar a la autora suponen una demanda inmediata)
7 comentarios:
Sí, yo también lo he visto por la calle, y sí, saca una sonrisilla.. :)
Es importante crear sonrisas; la vida ya es bastante gris, por naturaleza, y dicen que reír la alarga además de endulzarla.
Un saludo desde el Otro Lado.
Las cosas sencillas son las que nos ocasionan mas felicidad y nuestra mejor sonrisa.
Gracias por pasarte por mi casa, como regalo de bienvenida a todo recién llegado, un poema de Carlos Marzal, en mi voz, pluscuamperfecto de futuro.
Saludos
es triste por un lado y alegre por otro.. vaya, que es complicado de coger lo mires por donde lo mires...
has vuelto al blog, al blog, al facebook,....
donde estás que no te veo, tienes mi mail, dime que estás viva
besos
a mí me alucina ese tipo de generosidad, la generosidad del que nada tiene...¡que valiosa!
BSS
Sí, creo que las pompas tienen ese poder de hacer... magia.
Un saludo
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